Siguiendo el mismo estilo que el proyecto de Santiago de Compostela, nos trasladamos al centro de la ciudad, en Juana de Vega, para realizar la reforma de otro local destinado a restaurante italiano, con marcado carácter mediterráneo, pero fusionando lo siciliano con lo gallego y la gastronomía con la artesanía. En este caso, el local se divide en dos plantas.

En la planta baja, la zona de entrada es donde se condensa la mayor actividad del local, destacando un gran horno de leña cerrado por una barra de ladrillo perforado tomado con cemento blanco y una barra que está formada por una encimera de cuarzo y forrada con tablero acanalado de fresno.

Al fondo se encuentran las primeras mesas bajas, el ambiente se relaja, la iluminación es más tenue y tanto la comodidad del mobiliario, como los elementos decorativos, invitan a una estancia más larga y tranquila.

En el descansillo de la escalera, destaca la obra de Iria do Castelo, un encargo personalizado bajo el criterio de estilismo del proyectista de interiores de esta obra, Serxio Caamaño Pérez. Se trata de una reinterpretación de la obra “La Sorpresa del Trigo” de Maruja Mallo, que muestra a la diosa Deméter (diosa griega de la agricultura), donde de su mano derecha surgen tres espigas, y en la palma de su mano izquierda reposan tres pequeños brotes, haciendo así, un guiño a la esencia de la masa de las pizzas. La técnica empleada por la artista para esta obra, es dibujo a pastel sobre tabla, con un formato de 2,50 x 3,00 metros.

En la planta primera, el ambiente es diferente, un espacio donde relajarse. Destacan las cuatro balconeras, la gran cantidad de plantas en las traseras de los bancos, y el olivo. Además de una iluminación más delicada y un mobiliario de marcado carácter siciliano, que hacen de esta sala, una especie de oasis que aportará al proyecto el ambiente de una terraza mediterránea marca de la casa.